¿Cuál es el mejor momento para reservar tus vacaciones?

El regreso de las vacaciones nunca es fácil, pero hay quienes consiguen afrontarlo mejor pensando en los próximos viajes que hará. Y es que planificar las sigientes vacaciones siempre es algo que anima. El problema es que también hace descender nuestro bolsillo. Es cierto que reservar todo con tiempo nos puede ayudar a ahorrar dinero, pero debes saber que hacerlo con demasiada antelación no suele ser muy ventajoso.

Casi el 56% de los españoles esperan a última hora para reservar sus vacaciones, concretamente un mes antes o en el mismo mes. Y, aunque cada vez somos más previsores, la realidad es que la mayoría lo hace sin mucha antelación. Únicamente el 9% de los viajeros españoles planifica sus viajes 6 meses antes.

el mejor momento para reservar tus vacaciones

¿Con cuánta antelación reservar el hotel?

La cuestión es que no importa tanto el mes del año en el que tengamos pensado cogernos vacaciones, ya que, según un estudio llevado a cabo recientemente por el buscador de hoteles Trivago.es, lo ideal para encontrar el mejor precio es hacerlo un mes antes. Es justo el momento en el que el ahorro potencial es mayor. Sin embargo, ser demasiado previsor no asegura encontrar precios económicos. De hecho, no existe mucha diferencia entre reservar con dos meses antes que hacerlo en el mismo día de entrada al hotel.

Eso sí, también hay que tener en cuenta el destino al que queremos viajar. Si se trata de España, sí es necesario reservar con tiempo para encontrar precios más baratos, tal vez porque no somos demasiado proclives a ello. El momento ideal para hacer la reserva es entre cuatro y siete semanas antes de la fecha de nuestras vacaciones. Y lo mismo sucede con Italia, donde la antelación perfecta para reservar es de entre tres y seis semanas. Algo similar ocurre si quieres viajar a Alemania, donde los más recomendable es reservar entre tres y cuatro semanas antes. En cambio, para Reino Unido deberemos ser más previsores, siendo el momento ideal entre cuatro y cinco semanas antes. Por su parte, Francia ofrece precios muy ventajosos entre los 15 días y las cinco semanas antes.

¿Con cuánta antelación comprar los billetes de avión?

Si tienes pensado tomar un avión para llegar a tu destino, puedes ahorrar casi un 10% en el precio del billete si reservas unas siete semanas antes de la salida. Según el buscador de vuelos Skyscanner, cada día que pasa desde ese momento hace que el precio de los billetes aumente, pudiendo llegar a costarte hasta un 30% más si lo compras en el mismo día de salida.

No obstante, aunque es una orientación genérica, puede variar en función del destino concreto al que viajas. Para volar a Londres, si reservar el billete entre siete y nueve semanas antes puede ahorrar un 17%, mientras que si viajas a París, puedes ahorrar un 18% si compras tu billete con dos meses y medio de antelación. Y si tu destino es Bruselas, con ocho semanas de antelación conseguirás un ahorro del 20%.

Es cierto que en fechas más demandadas como la Semana Santa, la Navidad o los puentes el precio sube, por lo que si tienes la posibilidad, es mejor viajar en temporada baja. Y volar en fines de semana también suele ser más caro que hacerlo en días laborables.Sin duda, los mejores meses para encontrar vuelos baratos son enero y noviembre, frente a julio y agosto, que son los más caros. La diferencia entre unos meses y otros puede hacer que tu billete te salga un 15% más barato o más caro. Por ejemplo, volar a Londres en enero puede costarte hasta un 27% menos que en el resto del año.

Pero además, ser flexible en el horario también puede ayudarte a encontrar billetes mucho más económicos. Lo ideal es elegir el destino y comprobar los precios para diferentes días y horarios. De esta forma, podrás ahorrarte mucho dinero, sobre todo si viajas con toda la familia al completo.

Por otro lado, debes saber que, aunque la mayoría de las veces las mejore ofertas se encuentran entre aeropuertos principales, hay veces en las que volar desde aeropuertos secundarios puede salir más económico. Esto tiene que ver con el hecho de que las aerolíneas intentes cubrir las plazas que sobran en los vuelos ya programados hacia ciertos destinos.