Si echas un vistazo a los vídeos de Youtube o de reportajes de medios de comunicación, la impresión que nos llevamos es que llevar a nuestro perro en la bodega del avión es una lotería. Si el tiempo es adecuado, el personal encargado de llevarlo y traerlo tiene cierta sensibilidad hacia los animales, y si no se dan retrasos o problemas en el vuelo, es posible que tu amada mascota llegue bien hasta su destino. Pero si algo sale mal, el viaje puede convertirse en una auténtica pesadilla.Incluso aunque contratemos un servicio especial para el transporte de nuestra mascota, podemos correr ciertos riesgos y que sufra un golpe de calor o presente heridas. O, lo que es peor, encontrarnos con que ha muerto durante el viaje.
Debido a ello, hay aerolíneas como Ryanair que no dejan viajar con perros ni en cabina ni en bodeaga y otras que solamente permiten llevarlos en la cabina siempre que no superen los 6 kg y vayan metidos en un transportín homologado. Y algunas también ponen ciertas restricciones a los perros braquicéfalos, es decir, aquellos que pueden tener problemas de respiración. Los únicos que siempre pueden viajar sin restricciones son los perros lazarillos.
La cuestión es que no siempre estamos en disposición de evitar este tipo de viajes y necesitamos llevar a nuestro perro con nosotros, por lo que en estos casos, si tu perro está obligadoa viajar en la bodega, es importante que tengas en cuenta estos consejos que hoy te traemos en SP Parking (aeropuerto de Málaga).
1. Viaja solamente en vuelos directos
Elige siempre vuelos directos para evitar que tu mascota tenga que ser trasladada a otro avión. Y no solamente porque peudan perderla, sino por todo lo que conlleva el propio transporte, que no siempre se realiza adecuadamente por parte del personal debido a las prisas. Por supuesto, nunca dejes que tu mascota vaya en otro vuelo que no sea el mismo que tú y solicita, si es posible, ver cómo lo suben y lo bajan del avión.
2. Elige bien las fechas y horarios del vuelo
Intenta no viajar en fechas muy demandadas en las que los aeropuertos estás saturados, ya que en estas ocasiones los perros suelen ser tratados con menos cuidado. Y si tienes que viajar en pleno verano o pleno invierno, intenta elegir horarios en los que las temperaturas no sean muy extremas. En invierno, es más recomendable viajar por la tarde y en verano por la noche.
3. Asegúrate de que tu perro estará bien identificado
Recuerda identificar bien a tu mascota, ya que podría perderse. Coloca una chapa en el colla con tus datos de contacto y con la información del vuelo, y hazlo también en el trasnportín. De esta forma, si ocurriera algo, podrás encontrarlo sin problemas.
4. Prepara bien a tu mascota
Lo más recomendable es no meter la correa del perro dentro del transportín, ya que podría engancharse a los barrotes o ahogarse con ella. Además, asegúrate de que tiene las uñas de la longitud adecuada para que no se enganche. Un mes antes deberían acostumbrarlo a pasar tiempo en el transportín para que su nivel de estrés sea menor durante el vuelo. Y, a menos que el veterinario lo indique, no le des tranquilizantes por tu cuenta, ya que podrían resultar perjudiciales para su salud. Tampoco le des de comer en las 4-6 horas anteriores al vuelo. Lo que sí puedes darle es agua.
5. Comprueba que tu perro está bien al llegar al destino
Una vez que hayáis aterrizado y te hayan entregado a tu mascota, comprueba que se encuentra en perfecto estado. De lo contrario, busca un veterinario rápidamente que pueda atenderlo y, si lo ves oportuno, pon una reclamación a la aerolínea por el trato recibido.