¿Qué es el síndrome de la clase turista y cómo evitarlo?

A la mayoría de nosotros nos encanta aprovechar nuestras vacaciones para viajar a destinos lejos de nuestra ciudad y ver otros lugares distintos a los que estamos acostumbrados a ver cada día. Sin embargo, los viajes largos en avión en los que apenas podemos movernos del asiento pueden ser muy duros para nuestro organismo.

Estamos hablando especialmente de aquellos viajes cuya duración supera las 6 horas en vuelos low cost donde los estrechos asientos pueden poner a prueba a nuestro sistema cardiovascular y para nuestra salud en general. Y es que este tipo de vuelos de larga distancia pueden dar lugar a la formación de trombos o coágulos en las venas profundas de las piernas debido a la mala circulación sanuínea. Trombos que en los casos más graves pueden llegar a fragmentarse y extenderse y llegar a las arterias pulmonares. Lo cual tiene que ver con la combinación de inmovilización, deshidratación y factores propios de la persona que la predisponen más a ello.

Es lo que se conoce como síndrome de la clase turista y la probabilidad de sufrirlo aumenta un 20% por cada dos horas de vuelo más que se realicen. No obstante, no todos estamos igual de expuestos a este síndrome. Son las mujeres mayores de 40 años que toman anticonceptivos y aquellas personas que sufren obesidad, son fumadoras o tienen un embarazo de riesgo medio, así como aquellas que han tenido anteriormente episodios de trombosis o antecedentes familiares las que tienen mayores posibilidades de padecerlo.

síndrome de la clase turista

Además, los síntomas pueden manifestarse después del vuelo en forma de hinchazón, dolor u hormigueo en las extremidades. Por eso, si se nota algunos de estos síntomas tras un viaje largo en avión, es conveniente realizar una visita al médico para que en caso de haberse formado algún coágulo nos proporcione el tratamiento adecuado.

En SP Parking (aeropuerto de Málaga) sabemos que hay muchas personas que por motivos laborales deben viajar a menudo en vuelos de larga distancia, lo cual puede causar este tipo de problemas. Por eso, a continuación te traemos algunos consejos para prevenir el síndrome de la clase turista en vuelos largos.

  • Utiliza ropa cómoda durante el viaje, evitando las prendas demasiado ajustadas para que la sangre circule bien.
  • No bebas alcohol ni bebidas con cafeína antes ni durante el viaje, ya que esto favorece la deshidratación. De hecho, es recomendable beber agua suficiente antes, durante y después del trayecto.
  • Intenta mantener una buena postura durante el vuelo, colocando las piernas rectas en lugar de cruzadas, ya que esto dificulta el riego sanguíneo en las extremidades inferiores.
  • Sal a caminar por el pasillo del avión cuando sea posible sin molestar al resto de pasajeros ni al personal del vuelo.
  • Intenta sentarte en los asientos del pasillo. De esta forma, además de evitar molestias al resto de viajeros, tendrás menos riesgos de padecerlo. Y es que según recientes estudios, los pasajeros que viajan en ventanilla tienen el doble de posibilidades de sufrir una trombosis venosa durante el vuelo.
  • Realiza ejercicios de movilidad en las articulaciones de los tobillos, moviéndolos de arriba a abajo, hacia los lados y haciendo círculos en ambos sentidos.
  • Coloca un objeto pequeño entre tus rodillas, como un folio o una almohada y eleva y baja las piernas lentamente.
  • Date un pequeño masaje en sentido ascendente desde los tobillos hacia las rodillas para estimular la circulación.